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Sergio Massa, el único candidato que optó por la vía terrestre, llegará a la medianoche a Santiago del Estero

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En medio de una jornada escandalosa, el ministro de Economía, Sergio Massa, viajó a Santiago del Estero para participar del primer debate de candidatos presidenciales previsto para este domingo. El dato llamativo fue que no utilizó un vuelo privado ni comercial, sino que optó por ir en auto y recorrer los más de mil kilómetros que hay entre Buenos Aires y la capital santiagueña.

En un video que él propio dirigente de Unión por la Patria compartió en sus redes sociales se ve cuando baja en distintas estaciones de servicio, saluda a la gente y aprovecha para hablar con las personas que se acercan, además de sacarse fotos.

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“¿Estirando las piernas un poquito?”, le pregunta una voz fuera de cuadro. “Un poquito, sí”, responde Massa y luego ingresa a comprar. Cuando entra, una de las empleadas le dice: “Su mujer me ayudó a hacer la caramelera”. Y cuando la cámara gira a la izquierda aparece la titular de AySA, Malena Galmarini.

“No es acá solo fanática del orden, en casa también”, comenta el extitular de la Cámara de Diputados en alusión a su pareja, que había acomodado el espacio donde se exhiben las golosinas.

En su trayecto hacia la provincia del norte, Massa fue acompañado, además, por su jefe de campaña y el ministro del Interior, Eduardo De Pedro; el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos. De acuerdo a las previsiones, llegará a destino a la medianoche.

Según dejó trascender, utilizó las más de 12 horas de viaje para definir el discurso en el debate junto con su equipo de campaña y para repasar datos y estrategia comunicacional.

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Venado Tuerto. La contradictoria forma de votar en el corazón productivo del país y el desafío que supone para Bullrich

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Viaje al corazón del votante

Venado TuertoLa contradictoria forma de votar en el corazón productivo del país y el desafío que supone para Bullrich

La inflación de agosto en la Argentina, ¿fue de 12,4% o de 18,7%?

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si un ser humano registrara 36,5 grados de temperatura en las axilas y 39 grados en el recto, seguramente los médicos estarían preocupados. Entre julio y agosto pasados, en promedio y según el Indec, los precios al consumidor subieron 12,4% y los mayoristas, 18,7%. Los economistas ¿deberíamos estar preocupados?

Para salir de la duda, conversé con el argelino Francois Jean Marie Divisia (1889-1964) quien, luego de cursar el bachillerato en matemáticas y filosofía en el Liceo de Argel, ingresó en 1910 a la Escuela Politécnica, en Francia, donde estudió ingeniería civil. Durante 10 años ejerció su profesión trabajando en el sector público de Francia. Según René Francois Joseph Roy, al hacerse cargo de la administración de los puertos marítimos, Divisia fue uno de los primeros en apreciar el alcance del problema de la determinación de las rutas óptimas de transporte, contribuyendo al nacimiento de la programación lineal. Fue miembro fundador y vicepresidente de la Sociedad Econométrica, entidad que presidió en 1935.

–¿Es cierto que Clement Colson influyó decisivamente para que usted se dedicara a la economía?

–Así es. Lo sucedí como profesor de economía aplicada y hacienda en la Escuela Nacional de Puentes y Canales. También enseñé en la Politécnica. Como dictaba cursos a empresarios y estudiantes de ingeniería, me mantuve en estrecho contacto con los problemas reales, particularmente los que genera el cambio tecnológico.

–La profesión lo identifica por los denominados “índices Divisia”, incluidos en su libro El índice monetario y la teoría monetaria, que fue publicado en 1926. ¿De qué se trata?

–Tales índices expresan la modificación en el tiempo de una variable como el PBI a precios corrientes, en términos de la variación de los precios por una parte, y de las cantidades por la otra. Tales índices utilizan como ponderadores la participación del valor de cada bien dentro del PBI total y, por consiguiente, dichos ponderadores se modifican a lo largo del tiempo. Los índices incorporan el tiempo de manera continua y, en consecuencia, tienen más aplicación teórica, por ejemplo, en cuestiones de agregación, que práctica, porque las canastas que se utilizan en la confección de los índices de precios utilizan el tiempo de manera discreta.

–¿Cuál fue la recepción?

–Con excepción de Friedrich Freiherr von Wieser, la mayoría de los líderes de la escuela austríaca adoptó una actitud crítica, por no decir hostil, frente a la posibilidad de medir las variaciones en el poder adquisitivo de la moneda. Pero según Joseph Alois Schumpeter, produje la teoría del índice de precios objetivo o índice monetario, un logro de la mayor importancia,

–El Indec informó que, en promedio, los precios aumentaron 12,4%, o 18,7% en un mismo mes. ¿Cómo puede haber tamaña diferencia en la estimación de “la tasa de inflación”?

–Referida a cada variable, es importante diferenciar las cuestiones conceptuales de las cuestiones de estimación. Conceptualmente, todos los productos –menos los “males”, en vez de los “bienes”– integran el PBI, pero, en la práctica, solo indirectamente las estimaciones captan la denominada economía informal, que en un país como la Argentina es cuantitativamente importante.

–La discrepancia entre las dos tasas de inflación, ¿es conceptual o de estimación?

–Conceptual. Para el análisis macroeconómico, tiene sentido medir la evolución de los precios como la visualizan los productores, como en el caso de los precios mayoristas, y como la visualizan los seres humanos en cuanto consumidores. Le aclaro que, como ocurre con frecuencia, las importantes diferencias tienden a disminuir cuando se analizan períodos más largos. Por ejemplo, entre agosto de 2022 e igual mes de 2023, en promedio los precios al consumidor subieron 125% y los mayoristas, 133%.

–¿Qué antecedentes hay en la economía argentina de fuertes diferencias entre ambos índices?

–Le cito varios, para que vaya imaginando la causa de la discrepancia. En los ocho primeros meses de 2002, mientras los precios al consumidor aumentaron 39%, los mayoristas subieron 116%; en los nueve primeros meses del plan Austral, mientras los precios al consumidor aumentaron 21%, los mayoristas subieron 2,8%; y en los 9 primeros meses del plan de Convertibilidad, los aumentos fueron de 32% y 6%, respectivamente.

–Me imagino la causa de la discrepancia, pero prefiero que usted la explique.

La diferencia inflacionaria de los primeros meses de 2002 se debe al abandono del tipo de cambio fijo; mientras que la diferencia inflacionaria de los primeros meses de los planes Austral y de Convertibilidad se debe, por el contrario, surgió de basar la lucha contra la inflación en el congelamiento del tipo de cambio.

–¿Por qué ocurre esto?

–Porque, más allá de los cambios en los márgenes de comercialización, los índices de precios al consumidor y mayoristas se estiman utilizando diferentes canastas, como se conoce popularmente a la estructura de ponderaciones. El índice de precios mayoristas es más sensible a las modificaciones del tipo de cambio que el índice de precios al consumidor. Contrariamente a lo que sostienen muchos, tanto las mercaderías como los servicios que no son objeto de comercio internacional, no aumentan los precios en la misma proporción que aumenta el tipo de cambio. Piense, por ejemplo, en lo que cobran los peluqueros.

–Pero, si esto es así, cabría esperar que la tasa de inflación de setiembre, cuya estimación oficial conoceremos a mediados del mes próximo, sea menor a nivel mayorista que a nivel consumidor.

–Así es, porque recuerde que, luego del insólito salto cambiario dispuesto al 14 de agosto pasado, el Banco Central mantuvo fijo el nuevo nivel en términos nominales. Solo Dios sabe por cuánto tiempo, dada la tasa de inflación que actualmente padece Argentina.

–Si el aumento del tipo de cambio oficial tiene tanto impacto sobre la tasa de inflación, el gobierno de turno debería hacer todo lo posible por no devaluar.

–La clave está en qué se entiende por “todo lo posible”. Los partidarios de las teorías no monetarias de la inflación, muestran estimaciones econométricas donde existe una estrecha relación entre devaluación e inflación. Pero las implicancias de política económica se les debilitan, cuando uno les pregunta porqué el gobierno tuvo que devaluar. La historia muestra que rara vez se trató de un capricho, sino que tuvo que ver con la inconsistencia entre las políticas cambiaria, fiscal y monetaria. En términos técnicos, el tipo de cambio no es una variable exógena, sino una endógena, por lo cual quien pretenda evitar futuros golpes inflacionarios, como consecuencia de los movimientos en el tipo de cambio, tiene que ocuparse de las causas, y no sólo de los efectos.

–Don Francois, muchas gracias.

Pablo Mira: “Con la inflación, se incorporaron hábitos que hacen que sea más difícil la salida”

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Es doctor en Economía por la Universidad de Buenos Aires, donde es docente de Macroeconomía 2 y Economía de la Conducta; es profesor de Epistemología en el Doctorado de la Untref, investigador en el IIEP-UBA, autor de los libros Economía al Diván y Homo Falsus, y conduce con Gerardo Rovner el programa de radio Dos tipos de cambio

“La característica más dramática de la inflación es su poder de transformación a lo largo del tiempo”, dice Pablo Mira, economista y docente universitario, sobre las consecuencias que la inestabilidad de precios trae tanto para los comportamientos inmediatos de familias y empresas como sobre la economía en su conjunto en el largo plazo. Especialista en behavioral economics, el investigador del IIEP-UBA describe además cómo las personas en escenarios como el argentino actual toman decisiones “no racionales”.

-¿Cuáles son las consecuencias cotidianas y de largo plazo genera la inflación?

-Es como si uno criara un cocodrilo en casa. De chico se ve muy simpático, muy divertido, te muerde y no te hace daño, pero después va creciendo y se transforma en un peligro inminente. Y hay que hacer un montón de cosas completamente absurdas o restrictivas para que el cocodrilo no se coma a tu familia. Eso es una parte fundamental y explica, de alguna manera, por qué por lo menos en Argentina hay una tendencia a que la inflación cada tanto no sea considerada una dificultad o un problema central, cuando los valores iniciales no son demasiado altos. Y es un fenómeno que aparece incluso con una relación positiva con el ciclo económico y con el crecimiento.

-¿Y qué pasa en ese momento inicial?

-Los agentes todavía no se ven confundidos ni reaccionan demasiado distinto de lo que venían reaccionando. El Estado empieza a lo cobrar lo que llamamos el impuesto inflacionario, y eso a su vez le da un poquito más de espacio para llevar adelante políticas públicas. No afecta tanto a empresarios, familias o trabajadores, que ajustan con cierta tranquilidad cada tanto los salarios o incluso con pequeños ajuste por encima. Estás en una expansión, nadie piensa que eso va a terminar o que el problema es la inflación.

–¿Y qué ocurre cuando ya es un problema?

–La cuestión se pone peliaguda cuando se entra en tres etapas más, que se van cumpliendo a medida que la inflación se va acelerando. La primera es una inflación un poco más alta, ya no es, digamos, de 10% o 12%, sino que pasa a ser de 25% o 30%. A partir de ahí, ya sabemos, hubo incluso una necesidad de cubrirla para no hacerla pública. Pero, a partir de 30% aparecen algunos comportamientos preocupantes. Se aumenta la frecuencia de los ajustes de algunas variables, y los agentes económicos empiezan a corregir su propio precio: los salarios, el tipo de cambio si está administrado y las tarifas públicas. Y cuando vas pasando de 20% a 30% y de 30% o 40%, la inflación deja de ser un fenómeno que se analiza en términos anuales para ser un fenómeno que se analiza en términos mensuales. Y en cuanto se cambia la frecuencia, la referencia es de mucho más corto plazo, lo cual significa que vas a estar mucho más atento a los ajustes de precios en función de cualquier shock que ocurra mes a mes, y ya no año a año, o cuatrimestre a cuatrimestre. Y eso implica renegociar con mayor asiduidad contratos, y se generan costos y problemas.

–¿Cómo cuáles?

–Aparece la posibilidad de que algunos precios queden atrás respecto de otros precios, es decir, problemas de precios relativos. Para buscar parar la inflación de 30% o 40% los instrumentos típicos que se usaron son las tarifas y el tipo de cambio. Pero, con la inflación inercial que sigue, se termina generando un problema fiscal en el primer caso, y un problema de falta de dólares en el otro, con lo cual, en algún momento habrá que hacer un ajuste brutal de esas dos variables. Y una de las cosas que no le gusta nada al sector privado es que las pérdidas le aparezcan todas juntas, de repente. No es lo mismo perder un cachito todos los meses, y medio que no te das cuenta, a lo que pasa cuando hay una devaluación fuerte, o un ajuste de tarifa fuerte. Eso duele mucho más. Y eso se ve perfecto hoy, cuando la gente paga un precio alto por una tarifa, tiene el ajuste del alquiler o compra algo que no compró por mucho tiempo, como un repuesto del auto, y lo va a buscar y dice: ‘Esto es una locura’. Esa es una de las dificultades, llamémosle psicológicas, que genera un proceso inflacionario. Esa es la segunda etapa. Y la tercera es más parecida al régimen que tuvimos en los años 80 y que está ahora a la vuelta de la esquina.

–¿Qué lo caracteriza?

–Es el momento en el cual ya casi nadie sabe bien cuál es la tasa anual. ¿140, 160, 115, 180? La relevante pasa a el índice mensual. Los contratos se recalculan mensualmente, los precios mensualmente también, porque hay miedo de perder el tren y de tener que ajustar demasiado. Y eso le propina a la economía un mecanismo de inercia que genera muchos problemas a la hora de estabilizar. Porque mucha gente ya incorporó esos hábitos, y por más que se vaya a las causas últimas de la inflación y se esté seguro de la necesidad de hacer una determinada política monetaria, cuesta mucho controlar esa inercia y coordinar a los agentes. Eso pasa ahora. Y después está la etapa final, que es la hiperinflación.

–¿Qué la define?

–Suelen ser un fenómeno que dura muy poco, porque la economía virtualmente deja de funcionar, y ni a la economía ni a los gobiernos les gusta que deje de funcionar. Y ahí mucha gente se pone a disposición, por decirlo de alguna manera, para establecer un plan de estabilización como sea. Son momentos en los que uno se da por vencido y, en vez de pensar alternativas más o menos razonables, empieza a aceptar cambios como sea para parar la locura. Las hiperinflaciones no duran tanto, pero son muy violentas y muy redistributivas. Y generan un shock mayor todavía del que tenemos hoy sobre la pobreza y la distribución del ingreso, que después cuesta mucho revertir, o que convierte rápidamente al país en un país pobre. A veces se puede retomar rápidamente; otras veces cuesta mucho más, pero es un cambio estructural. Y en un contexto de inflación altísima, se fija el tipo de cambio y se frena todo lo demás, con las consecuencias que eso tiene.

–¿Qué se necesita para estabilizar hoy?

–Hay un trabajo de [Martín] Rapetti, [Joaquín] Waldman y [Gabriel] Palazzo que resulta interesante para ver las experiencias más importantes. En general, la consolidación fiscal no debería hacerse al mismo momento del inicio de un plan de estabilización; se debe retomar cierto poder sobre las cuentas públicas y conviene hacer eso antes. Y la segunda cuestión es qué se fija, y en países como la Argentina el dólar es el referente fundamental. Pero también, como habrá problemas de inercia y coordinación, la política de ingresos y el seguimiento de los precios debería estar presente en el momento en que el plan se lleva adelante, para tratar de suavizar la inercia de los contratos, de los precios y de las actitudes, llamémosle especulativas. Y de alguna manera también debe establecerse un criterio o brindar alguna seguridad de que vas a poder controlar eso, de que los precios relativos están en un nivel más o menos decente, o de la dinámica de los salarios. Habrá que prestar atención a la política de ingresos en esos dos flancos. Y después la economía naturalmente va a tener que abrirse un poco, para que la competencia externa tenga algún rol en el disciplinamiento de los precios internos. Hablamos de ajuste fiscal, habrá una situación donde socialmente la gente va a estar atenta a qué pase con el plan; mientras tanto la cosa va a ser difícil y habrá conflicto. Habrá que pensar con mucho cuidado las políticas de compensación entre ganadores y perdedores.

–¿Y en cuanto al contexto externo?

–Se necesita que más o menos sostenga la situación. Hoy las tasas de interés no son tan bajas, pero tampoco explotan al alza. El principal problema que tiene la Argentina es que, por su deuda, no va a tener entrada de dólares. Entonces, los planes van a sufrir más.

–Desde el punto de vista de la vida cotidiana de las familias, ¿cómo cambian sus comportamientos con la inflación?

–La economía del comportamiento busca algún tipo de conexión entre la teoría económica o el análisis económico y la psicología. Se trata del análisis de nuestra capacidad cognitiva para tomar decisiones en función de todo lo que un ser humano siente. En la Argentina hay dos tipos de problemas macroeconómicos interconectados, que son la alta inflación y una economía que no crece hace prácticamente diez años, quizá más, y en la cual el PBI per cápita viene cayendo casi un total de 10%. Esas son dos condiciones realmente muy desagradables, porque crean un conjunto de conductas por parte de los agentes privados, que empiezan a mostrar alguna de las características que enfatiza la economía del comportamiento. Por ejemplo, una actitud de aversión al riesgo superior a la que naturalmente tendría un individuo puramente racional.

–¿Y eso qué significa?

–No es que los individuos sean irracionales o que la gente sea tonta. Pero la Argentina hoy es difícil. Y la respuesta que encuentran los agentes es ‘voy a cuidarme’. Eso tiene algunas ventajas y también algunos problemas, porque cuidarse no es gratis. Si alguien es muy adverso al riesgo, en situaciones como esta hará cosas como comprar dólares y casi nada más; casi no vas a considerar ninguna otra posibilidad en tu portafolio de inversiones o de ahorros. Y eso genera problemas, amplifica los problemas macroeconómicos. Hasta el ministro de Economía dijo ‘no compren dólares’. Pero, además, los agentes económicos ni siquiera consideran la posibilidad de hacer un negocio con esos dólares, de invertirlos. Eligen tenerlos en una lata, abajo del colchón o en una caja fuerte. O sea, los agentes están dispuestos a perder plata con tal de evitar una pérdida mayor. Y eso es un comportamiento que tiene algo no del todo racional. Con la inflación que hubo en dólares en los últimos años, hubo mucha gente que con sus más de US$200.000 millones acumulados, perdió un 10% en términos de poder adquisitivo. Pero la gente no movió esos dólares.

–¿Y en cuanto al consumo?

–Cuando a la gente le va mal, la teoría tradicional insiste en decir que se va a consumir con el uso de los ahorros y que después la gente lo compensa cuando le va bien. Eso es la teoría básica. Resulta que cuando nosotros seguimos en recesión hace un montón de años, la gente no solo no usa un solo dólar, sino que sigue comprando. Es exactamente lo contrario a lo que haría un individuo racional, según la teoría racional. Eso explica de alguna manera la dificultad adicional que existe en una economía tan inestable, que durante tanto tiempo no crece y que está funcionando tan mal, que hace que los agentes empiecen a tomar decisiones que retroalimentan el problema.

Para liderar el desarrollo productivo, se necesita una inserción global más allá de la minería y Vaca Muerta

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La discusión pública sobre las propuestas de nuestras candidatas y candidatos presidenciales muestra la enorme brecha de miradas sobre los problemas que aquejan a la economía del país. Sin embargo, estas miradas convergen en ver al desarrollo económico argentino atado a una mejor inserción internacional. El potencial de Vaca Muerta y de la minería, de la mano del litio y el cobre, se destaca con optimismo como la locomotora que traccionará esa inserción. En un curioso consenso, coinciden en esta mirada economistas, políticos y periodistas –así como muchos otros actores– con visiones opuestas sobre el rol del Estado en la transformación de la estructura productiva.

Por un lado, la visión “ortodoxa” celebra este tipo de inserción internacional, ya que aprovecha las ventajas comparativas existentes. Esta visión suele ser escéptica respecto de intervenciones gubernamentales para promover la transformación productiva; se argumenta que cualquier estructura productiva que emerja en una economía abierta y desregulada, sin distorsiones de precios, es eficiente y, por tanto, será la que estimule la inversión y el crecimiento. Algunos defensores de esta visión pueden aceptar que existan iniciativas de política que remuevan fallas de mercado, siempre que ellas que puedan identificarse claramente y que existan las capacidades para implementarlas de modo eficaz, aunque siempre tendrán un aporte marginal al crecimiento. Bajo esta visión, no debería preocupar una inserción internacional basada en recursos naturales.

Por otro lado, la visión “desarrollista” o “estructuralista” también pareciera volcar sus expectativas de desarrollo económico en la expansión exportadora de Vaca Muerta y la minería. Enfrentados a una “restricción externa” que clama por dólares, los partidarios de este enfoque ven en estos sectores la única alternativa de una economía que, de otra forma, no tendría chances de salir adelante. A pesar de considerar que intervenciones de política ambiciosas son claves para lograr una estructura productiva compleja y diversificada, no parecen abrigar esperanzas de que ella logre en el corto o mediano plazo una inserción internacional relevante, ni tampoco empujan una agenda definida para estimular este proceso.

Por ello, a pesar de su histórica condena a la primarización exportadora, quienes se enmarcan en esta segunda visión se han convertido en fervientes impulsores de la explotación intensiva de nuestros recursos del suelo. Implícita o explícitamente, asumen que las divisas generadas por estos sectores abrirán espacio para que el Estado invierta en capital humano, en infraestructura y en el sistema de ciencia y tecnología, así como en subsidiar el avance de sectores estratégicos o prioritarios, generándose así un “puente” hacia una economía más sofisticada y desarrollada que de alguna manera –no explicitada– habrá desarrollado su capacidad de exportar.

Para los autores de esta nota, ninguna de estas dos miradas es la correcta. Lejos estamos de oponernos a la explotación de recursos no renovables, ya que es obvia su potencial contribución a nuestro crecimiento económico. Sin embargo, vemos con preocupación que se piense el futuro exportador de nuestro país con foco en estos sectores.

Aunque la aumentada disponibilidad de divisas puede ser favorable para la estabilidad macroeconómica, su crecimiento per se no garantiza el crecimiento sostenido de la economía. Una macroeconomía estable es condición necesaria para el desarrollo económico, pero no suficiente, como lo demuestran muchos de nuestros vecinos en la región que, a pesar de disfrutar de un mayor crecimiento, no han logrado converger a los niveles de ingresos de los países desarrollados. Estos últimos países tienen estructuras productivas y exportadoras diversificadas y sofisticadas, que han requerido y requieren la intervención activa y sostenida de la acción estatal en diversas formas. En el estadio actual de la economía argentina, creemos que dicha intervención tiene que tener como prioridad el fortalecimiento de la capacidad de inserción internacional de nuestro aparato productivo, hoy limitada por numerosos obstáculos estructurales y autoimpuestos.

A diferencia del tradicional pensamiento estructuralista, no nos convence un enfoque que priorice per se la construcción de capacidades en un grupo de sectores “estratégicos”, ya que sabemos de la dificultad de volver competitivos a los sectores elegidos. Vemos mucha más promesa en una agenda que promueva y profundice la capacidad de inserción internacional de una mucho más amplia variedad de actividades con potencial competitivo, que existe tanto en la agroindustria como en la industria y los servicios.

En otras palabras, el norte de la política productiva debe ser el desarrollo exportador, pero no para atenuar la “restricción externa”, sino porque la capacidad de identificar y desarrollar oportunidades de inserción en mercados internacionales es la que traccionará los procesos de inversión e innovación generalizados –en lo productivo, tecnológico o comercial– que son los que mueven el amperímetro de la productividad y permiten retomar el crecimiento sostenido. En síntesis, es la inserción internacional la que liderará el desarrollo productivo.

En una economía tan cerrada y poco expuesta a la competencia global como la nuestra, sin preparación para entender y competir en los mercados internacionales, poner el foco de la política productiva en una mayor y mejor inserción internacional es la forma más eficaz de facilitar los procesos de inversión e innovación. Los obstáculos para la inserción internacional son muchos y se requieren políticas e instituciones específicas orientadas a crear las capacidades y los bienes públicos que permitan superarlos. Entre ellos, la facilitación del comercio, el acceso a mercados, la inteligencia y promoción comercial, la infraestructura de calidad, de transporte y de comunicaciones, el financiamiento y la capacitación.

A la vez, se requiere compromiso y coordinación de todos los actores e instrumentos de la política productiva para lograr un mejor desempeño exportador, con el cual las empresas argentinas logren competir en los mercados externos basadas en la calidad, el diseño, el posicionamiento de marca, la confiabilidad comercial y cualquier otra forma de diferenciación.

Somos optimistas respecto del potencial exportador de nuestros sectores agroindustriales, industriales y de servicios transables. Pero ese potencial hay que trabajarlo sin demoras, aun mientras se estabiliza la macro, ya que su desarrollo es un proceso que requiere tiempo y continuidad en los esfuerzos.

* Los autores son profesores en la UBA e investigadores del Conicet. Hallak es exsubsecretario de Inserción Internacional y López es director del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP-UBA-Conicet)

Movilidad: los desafíos de un sector que está en una etapa de transformación

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El sector de la movilidad atraviesa cambios sin precedentes a nivel mundial, en tiempos caracterizados por el avance de los vehículos eléctricos y el cuidado del ambiente. En este contexto, las empresas y los gobiernos empiezan a entender que no queda otra que ser partícipes de la revolución. Hay una multiplicidad de variables y actores que entran en juego, son muchos los escenarios derivados de la transición y también varias las tendencias que se dan en las distintas sociedades. De estos temas se habló en la tercera edición del encuentro Movilidad organizado por la nacion y desarrollado bajo el lema: “Los desafíos de un sector en plena transformación”.

1. El avance de los vehículos híbridos y eléctricos

Según afirmó Andrés Civetta, consultor senior de Abeceb, se espera que para 2030 el 47% de los vehículos comercializados en el mundo sean híbridos y eléctricos. Es una tendencia que responde al compromiso ambiental y a las preferencias de las nuevas generaciones. La proyección varía en la región: “Para la Argentina ese número se calcula en un 10% y para Brasil, en un 15%; altos aranceles de importación, menor poder de compra de la población, lentitud de las regulaciones y políticas, y proyectos limitados de electromovilidad son condiciones que, lógicamente, hacen que el desarrollo de ese mercado sea un poco más lento que en otros países”, precisó.

Más allá del pronóstico, en las plantas que las automotrices tienen en el país ya hay síntomas de alineación. “Nos propusimos para fin de año tener cinco vehículos electrificados en cinco segmentos distintos. Ya lanzamos tres, nos queda uno para fin de octubre (el Mustang Mach-E) y otro para fin de año”, señaló Martín Galdeano, presidente de Ford, en diálogo con José del Rio, secretario general de Redacción de LA NACION.

En Toyota, cuya participación en el mercado ronda el 80% y que tiene tres modelos en el ranking de vehículos más vendidos, el 10% de la comercialización está en los híbridos. “La apuesta es seguir creciendo en la movilidad sustentable, donde trabajamos con el concepto de multitecnología”, dijo Gustavo Salinas, presidente de la firma en la Argentina.

Pablo Sibilla, presidente y director general de Renault Argentina, consideró que lo más atractivo es lo que está por venir. Para fin de año la firma prevé la llegada al país de tres vehículos con tecnología E-Tech y entre ellos estará el Kwid, en versión eléctrica.

Perfiles exportadores como el que quiere adoptar Renault, innovaciones, varios turnos de producción y el estudio de alternativas para posicionarse como prestadores de servicios de movilidad son cuestiones que ya aparecen en el mapa. Todo ello, en dirección a mejorar el posicionamiento de cada marca y de la Argentina como polo productivo.

En cuanto a la situación macroeconómica, las políticas públicas y su impacto en el sector, mucho se habló en los últimos días. Desde los 15.000 vehículos detenidos en el puerto de Zárate, hasta el acuerdo con el Gobierno para el ingreso de algunos modelos al plan Precios Justos. En constante diálogo con el Gobierno y tras unos días de incertidumbre, la situación se normalizó.

“La industria automotriz está haciendo un esfuerzo muy importante para mantener el nivel de actividad. Primero, porque nuestra industria está ligada al mercado de exportación que le da divisas al país y, además, porque da empleo”, sintetizó Sibilla. Como presidente de la asociación de fabricantes Adefa, Galdeano agregó: “Entre el 50% y 60% de lo que se hace en una planta automotriz se exporta; entonces, nuestra prioridad es tener consistencia para abastecer los mercados de exportación”.

2. Los desafíos de la industria en un país como la Argentina

Para Manuel Mantilla, presidente y CEO de Mercedes-Benz Argentina, el principal desafío de la transición está en la infraestructura. “Además de tener el producto, necesitamos trabajar en cómo acompañamos el proceso para que un cliente decida pasar de un motor a combustión a uno eléctrico sin demasiadas inconveniencias”, dijo. Agregó que en el mercado premium el foco global está en la fabricación de eléctricos. “En el país presentamos el primer auto 100% eléctrico, un SUV con una autonomía respetable de 400 kilómetros”, contó, en referencia al EQA.

El ejecutivo señaló que tras la pandemia hubo un cambio en el consumidor de la marca. “El entendimiento de lo que significa tener un auto mutó. Ahora va más allá de manejar, y está más en la experiencia con el auto y en su interior”, explicó. Por eso, dijo, se exploran experiencias con Inteligencia Artificial.

Desde Mercedes-Benz Camiones y Buses, la división que se separó de Mercedes-Benz a nivel global, Raúl Barcesat, su presidente y CEO, indicó que la meta es discontinuar las tecnologías no sostenibles de forma progresiva, lógica y cuidadosa, pero activa. “Un motor Euro 1 contamina 70 veces más que un Euro 5. Hay que trabajar para que el transportista pase de un camión de 1970 a uno de 2010 y luego, a uno de 2020, manteniendo al país en movimiento”, explicó.

Martín Zuppi, presidente de Fiat Jeep y Ram en Stellantis Argentina, habló sobre el desafío de liderar a largo plazo en un país regido históricamente por el corto plazo. “Si pensáramos todos nuestros productos limitados por nuestro contexto local, estaríamos acotando nuestro pensamiento”, reflexionó. Al hablar sobre el cambio en el sector, Zuppi contó: “Estamos en una transición hacia una Car Tech Company; tenemos que hacer productos que den servicios y generen experiencias. Posiblemente en 10 o 15 años exista el manejo autónomo al 100%. La pregunta es cómo hacer para que la experiencia del cliente no sea más el manejo sino el confort, el servicio”, detalló.

3. La producción local pisa fuerte

Para Raúl Mier, director comercial de General Motors, el buen desempeño de la industria automotriz frente a una situación nacional de vulnerabilidad económica tiene que ver con que en la Argentina “tenemos una base industrial fuerte”. “El 65% de los patentamientos actuales son de industria nacional; hace cuatro o cinco años era a la inversa. La producción local pisa fuerte en el mercado interno y de exportación”, resaltó.

En un panel moderado por la periodista de LA NACION Carla Quiroga, Francisco Spasaro, director comercial de Iveco Argentina, dijo que mientras haya actividad en el país, habrá venta de camiones. El ejecutivo sostuvo que cuanto más grandes y pesados son las unidades de transporte, más difícil se hace la introducción al segmento de la movilidad eléctrica.

Sobre la transición, Angie Stelzer, directora de Recursos Humanos de Volkswagen Group Argentina contó que Audi se alió con Siemens, por la cual todos los concesionarios de la marca tienen cargadores. “El próximo desafío es que pueda crecer esa estructura”, expresó. Y agregó, respecto del plan para producir camiones en Córdoba, que se están haciendo las primeras preseries.

4. Un futuro que en muchos lugares ya es presente

El primer colectivo autónomo y 100% eléctrico de América Latina ya circula tres veces por semana en el barrio porteño de Núñez. “El proyecto que realizamos en conjunto con el Instituto Tecnológico de Buenos Aires incluye tecnologías como inteligencia artificial, un sistema cartográfico que tiene previamente definido cuáles son las paradas, que identifica sendas peatonales y que tiene sensores inteligentes para frenar ante cualquier movimiento inesperado”, detalló Luis María Bullrich, presidente del Parque de Innovación, donde circula el bus. “Lo usamos para estudiar y entender cuándo vamos a estar preparados para usar ese tipo de movilidad en la ciudad”, dijo.

También revoluciona la forma de moverse la práctica del on demand, con aplicaciones que conectan pasajero con conductor. En la empresa DiDi identifican tres tendencias que reconfiguran la manera de circular. “Una es entender la movilidad como un servicio y no como un bien propio, otra es la búsqueda de la eficiencia, y la última es la multimodalidad del transporte que se ve, por ejemplo, en alguien que toma un DiDi moto para ir hasta la estación de tren, luego recorre cinco estaciones de tren, combina con un colectivo y camina las últimas cuatro cuadras”, enlistó Delfina Orlando, gerente de Comunicaciones de Movilidad para DiDi Cono Sur.

Desde el rubro del transporte pesado y de logística, el gerente de Retail en YPF, Mariano Fernández, sostuvo, al participar de un panel moderado por Pablo Ortega, periodista de LA NACION, que en el país el 14% de las emisiones corresponde al transporte de vehículos pesados y de carga, y explicó que el gas natural o el GNC se presenta como la opción de combustible de transición más lógica. “Por un lado, porque contamos con el segundo recurso no convencional más importante del mundo y, por el otro, por el potencial de una red con más de 1600 estaciones de servicio”, argumentó. Según datos del Enargas, hay 800 unidades de pesados a GNC. “La meta es llevar esa cifra a 6000 para 2026 y duplicar la capacidad de abastecimiento que tiene la empresa para 2030″, afirmó.

Para potenciar los beneficios de los cambios, según Gabriel Pérez, gerente de Desempeño Ambiental de Grupo Logístico Andreani, la inteligencia artificial juega un rol clave, porque es una herramienta que puede optimizar los recorridos y garantizar el éxito en la entrega.

En muchos países de Asia y Europa, y también en Estados Unidos, la nueva movilidad está en una etapa avanzada. Alejandro Gottig, consultor internacional en movilidad eléctrica, dio un pantallazo sobre la irrupción de esta tecnología que, según él, llegó para quedarse. “En China la venta de vehículos eléctricos alcanzó el 25% del market share; le siguen Alemania y Francia, con 20%, y luego Estados Unidos”, contó.

Leonardo Valente, especialista en autos eléctricos e híbridos y economista formado en la Singularity University de Silicon Valley, señaló que en países como Chile y Colombia hay movidas interesantes. Con políticas de apertura que hacen que la renovación del parque vehicular sea más rápida. “La Argentina tiene todo, especialmente en fuentes de energía renovables”, alentó, respecto de la posibilidad de seguir ese camino.

Coincidió Alejandro Repetto, ingeniero y especialista en robótica. Al profesional se le preguntó qué le diría a quienes predican el escepticismo respecto del avance de las tecnologías. Y respondió: “Uno puede ser escéptico, pero las cosas terminan pasando igual; sugiero empezar a amigarse con la idea de que probablemente esto suceda y, si es así, que nos agarre bien parados”.

Por su parte, el periodista de LA NACION Iván Mazorco se refirió a varios avances. Aportó, entre otros, dos ejemplos que ilustran las innovaciones: un barco que funciona con energía eólica, usando dos velas rígidas, para reducir en un 30% las emisiones de CO2 de un buque de 43.000 toneladas; y una serie de bicicletas eléctricas, un invento que convive con las personas hace años, pero cuya presencia se acentúa en el día a día.

Mujeres que pisan fuerte en un ámbito de fierros y ruedas

En la etapa actual del sector de la movilidad la presencia femenina es más alta que en la vieja era. Y en el encuentro organizado por LA NACION, cuatro mujeres contaron, en un panel moderado por la periodista Carla Quiroga, sus experiencias en el mundo de las ruedas.

“Cuando una tiene una pasión y está convencida de algo tiene que ir para adelante, no importa si el ambiente es femenino o masculino”, dice Candelaria Tornquist, directora de Reklus Cars, una empresa dedicada a la recreación artesanal de autos clásicos. Hija de un piloto del equipo Peugeot de Rally, fanática de Fangio y formada en administración de empresas, en 2002 la mujer fundó el emprendimiento junto con su esposo, Pini Mancardo, con el objetivo de que los clientes pudieran tener “las mismas sensaciones de los héroes del automovilismo de la época”. El equipo, integrado por 15 personas –entre ellas, uno de los hijos del matrimonio– exporta varios modelos, desde hits preguerra hasta autos deportivos de los 50. “Todo es posible y cada cliente tiene un sueño particular”, contó Tornquist.

Para la emprendedora, el camino no fue fácil. En 2020 perdió a su esposo y compañero de proyecto en un accidente vial. Siguió entonces con Reklus, quizá con más pasión que nunca. “Estar en la fábrica es como estar con él, fue nuestro gran proyecto. No estaba dispuesta a dejarlo en la nada”, dijo. Y agregó: “Quería transmitirles a mis hijos el mensaje de que, a pesar del dolor, se puede seguir adelante y construir algo en medio del vacío”.

Pese a venir de una familia no vinculada con el sector, a Gaiana Bastitta Harriet los caminos recorridos la llevaron a ser coleccionista y restauradora de autos Tulieta. “Es una tarea de rescate, los autos clásicos son como un camino al pasado. Te subís a un auto, ponés primera –en el Tulieta los cambios están al revés– y estás en otro mundo”, relata.

Hace unos años un amigo le habló a Galiana sobre el origen de estos autos “fuera de serie”, creados por Tulio Crespi –del cual Bastitta Harriet se haría amiga– en la década del 70, y quedó cautivada. Encontrar estos modelos es cada vez más difícil: son piezas de la industria nacional que dejaron de fabricarse hace casi 40 años. “Cuando voy a rallys me encuentro con autazos ingleses o italianos, pero todos me elogian la Tulieta. Son autos que fueron fabricados en una época en la que todo se hacía a pulmón”, afirmó.

Ailín Lescano es otra mujer que se dejó llevar por las vueltas de la vida al mundo de los fierros. Todo empezó como un hobby de cuarentena, cuando empezó a visitar a Luis, su papá, para acompañarlo mientras él trabajaba en la refacción del motorhome de un amigo. Pasaron unos meses y la joven se percató de que el pasatiempo tenía mucho potencial. Primero empezó a compartir lo que hacía con su padre en redes, y a fines de 2020 fundaron Gigi Motorhomes, un emprendimiento especializado en transformar colectivos antiguos y micros de larga distancia en casas rodantes modernas y personalizadas. “Aunque al principio papá me decía que no y me miraba como si estuviera loca, yo vi la oportunidad. El auge del home office en cuarentena permitió que en la Argentina de hoy se pueda vivir viajando, siempre y cuando haya acceso a internet”.

Para dedicarse a su iniciativa, Lescano dejó un trabajo estable como community manager, renunció a su alquiler y a su vida en pareja y se mudó con su papá para bajar gastos. “Al principio todo era muy incierto: no tenía salario y sentía que de alguna manera estaba retrocediendo en mi independencia”, dijo. Pero su mensaje hoy es claro: la perseverancia es la clave para alcanzar los sueños.

El sacrificio no fue en vano. El primer motorhome que construyeron, originalmente concebido para una familia, terminó siendo el refugio de Robert De Niro en su visita a la Argentina para filmar su serie con Luis Brandoni. “Un día, un equipo de filmación se puso en contacto con nosotros para adquirirlo, y a las pocas semanas lo veía en la tele”, recordó Lescano, que hoy lidia con una agenda llena y cotiza proyectos que llegan hasta los US$80.000. “Si me hubiera rendido, nunca hubiese visto todo lo que logramos”, concluye.

Aixa Franke recibió a sus 15 años un Citroën que ella misma restauró en su garage. A los 24 debutó en la categoría Fiat 600 Light y luego recorrió diversos caminos en el automovilismo –una actividad en la que solo 2% de las licencias pertenece a mujeres–, compitiendo en categorías como Top Race y Fórmula Nacional. A sus 30 años, compite en la categoría de Sport Prototipo, una disciplina de monoplazas de menos de 600 kilos y velocidades superiores a los 200 kilómetros por hora.

Franke contó que el de las ruedas es un sector en el que las mujeres ganan terreno de a poco. Su compromiso, dice, es ayudar a impulsar el cambio de cara a generaciones futuras, ya sea como coleccionistas, fabricantes, pilotas o mecánicas.

Los vehículos, un puente para el encuentro personal

“Creo que siempre va haber transporte para movilizar a las personas, justamente porque va haber un valor premium en el hecho de encontrarse, de conectarse y de mirar a alguien a los ojos; entonces, siempre y cuando tengamos seres humanos que quieran tener ese tipo de interacción física, va haber que movilizar esos cuerpos y en ese sentido va haber transporte”, destacó Rebeca Hwang, general partner de Kalei Ventures y experta en temas de inteligencia artificial, durante su participación en el encuentro sobre movilidad organizado por la nacion.

La experta afirmó que en el transporte de cargas el avance de determinadas tecnologías hará una diferencia, “porque ahora podemos utilizar algoritmos muy eficientes, que minimizan la necesidad de crear muchos viajes”.

Hwang señaló que con la Inteligencia Artificial van a aparecer muchas más oportunidades de tener realidades virtuales. Y eso ayudará a evitar que las personas se muevan para hacer diferentes actividades, si es que es eso lo que desean. “Capaz que las relaciones interpersonales se van a ver circunspectas a ocasiones sociales, y ahí veremos el valor premium de estar en la misma habitación o en el mismo salón con otra persona”, explicó. De esa manera, se avanzará en usar los medios para la movilidad de una forma más eficiente, concluyó.

Estrategias y herramientas para ciudades inteligentes

Lucía Bellocchio, directora y fundadora de Trend Smart Cities enumeró, durante el encuentro sobre movilidad organizado por la nacion, algunas de las herramientas concretas que se están implementando en diferentes ciudades, a partir de estrategias con enfoques de smart city, y con el objetivo de mejorar la movilidad urbana.

Se refirió, específicamente, a los semáforos inteligentes, que obtienen datos en tiempo real y se sincronizan según el estado del tránsito; la iluminación inteligente, que implementa la telegestión de las luminarias desde un dispositivo móvil que permite integrar otros elementos como sensores, cámaras, paneles solares y cargadores para autos, entre otros beneficios, y los cruces peatonales inteligentes, que sirven para dar alerta a conductores y peatones y tener, de esa manera, ciudades que sean más amigables con quienes las recorren a pie.

Bellocchio resaltó la tendencia “touchless city”, que es el resultado del creciente uso de la tecnología contact less, un sistema de pago sin contacto que permite abonar una compra mediante el uso de tecnología. Un ejemplo de aplicación de esa práctica en la dinámica de las ciudades está en la implementación de estos medios de pago y de las billeteras digitales para el pago de las tarifas en el uso del transporte público.

Inversiones: la búsqueda de liquidez es la reacción a un escenario de alta incertidumbre

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Septiembre fue un mes signado por la liquidez y la industria de fondos fue un claro reflejo de ello. ¿Los drivers? La incertidumbre política, que en gran parte se disparó tras el resultado de las primarias, y una coyuntura económica-financiera con claros grandes desafíos. Las medidas posPASO volcaron aún más pesos al sistema, presionando más sobre las cotizaciones de los activos financieros. Y, por ende, empujan a los inversores a refugiarse en activos de liquidez inmediata, pese a ofrecer tasas reales negativas.

Los T+0 ganan en flujo y en rendimiento

Los fondos de liquidez inmediata no solo fueron el segmento que más flujos recibió en septiembre, sino que también lideraron la tabla de rendimientos. Promediaron una suba superior al 8%, superando así al resto de los segmentos en pesos. Cómo referencia, las estrategias de renta fija en moneda local de corto plazo (T+1) no lograron superar el 6% en el mes, mientras que los fondos de cobertura se movieron entre neutros y negativos. Los dólar linked fueron los más afectados, con rojos de hasta el 3%.

Cómo está hoy el movimiento de los ahorros

Si nos centramos en los flujos a la industria de fondos comunes, los T+0 fueron casi los únicos que cerraron el mes con signo positivo. Capturaron más de $700.000 millones, con lo cual duplicaron la cifra de agosto y superaron el récord de julio, cuando el segmento recibió poco más de $450.000 millones. En contraposición, los segmentos con riesgo de mercado perdieron unos $200.000 millones. Los más afectados fueron los T+1, los CER y los dólar linked, los tres con caídas de una magnitud similar.

La cercanía de las elecciones lo tiñe todo

Faltan tres semanas para la votación general y está claro que la liquidez primará en las carteras. La industria supera hoy los 15 billones de pesos en activos bajo administración (AUM). Los T+0 representan un 56% del market share, lo cual es un nivel récord. Ahora bien, ¿todo esto deshabilita a as otras opciones? En principio, el apetito por la cobertura no se desvanecería como tendencia, y hasta podría alcanzar mayores niveles a medida que, día tras día, nos acerquemos a la fecha de las elecciones presidenciales.

La autora es team leader de FCI de PPI

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El fin de la hoja en blanco: avances en la “frontera escarpada” de la creatividad y la inteligencia artificial generativa

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“Respire profundo antes de contestar” es una indicación muy humana. Y es una de las sugerencias de la economía del comportamiento antes de tomar una decisión, para no actuar de forma impulsiva y seguir un camino más pensado y estratégico. Por eso, a los científicos de DeepMind (una empresa a la vanguardia en inteligencia artificial, IA) les sorprendió comprobar en distintos sistemas de IA generativa (como ChatGPT de OpenAI y PaLM 2 de Google) que los resultados obtenidos a diferentes pedidos fueron sensiblemente mejores cuando se le indicó al algoritmo que “respirara profundo” antes de contestar.

El hallazgo fue publicado dos semanas atrás en la revista académica arXiv, en un estudio que se tituló “LLMs como optimizadores”, en el cual se exploraron nuevas formas de “promptear” (ingresar pedidos para la IA generativa).

No fue el único descubrimiento reciente en la tecnología del momento, que explotó con el lanzamiento de ChatGPT en noviembre de 2022, y que sigue avanzando de una forma tan rápida que hace que cualquier artículo sobre este tema quede viejo en cuestión de días.

Dos estudios distintos publicados en la misma semana (uno de la escuela de negocios Wharton, de la Universidad de Pennsylvania, y otro difundido por Nature) reportaron que la IA generativa ya está superando a los humanos en tareas creativas. Ambos incluyeron muestras grandes de personas y de sistemas algorítmicos a los cuales se les dieron tests típicos de este terreno, como, por ejemplo, imaginar 30 o 40 usos alternativos para un objeto (una soga, una pelota, etcétera). En ambos, la IA ya lleva la delantera.

“Entiendo que es tentador enfocar esto como una carrera entre lo artificial y lo humano, pero no sé si es muy útil. No es un enfoque novedoso; ocurrió con la imprenta y con otras tecnologías. Siempre nos preguntamos al principio si derrotará al ser humano y venimos perdiendo batallas en forma permanente”, dice a la nacion Agustín Gravano, experto en IA y en director de la carrera de Tecnología Digital de la Di Tella y del laboratorio de inteligencia artificial de esa universidad. “En el campo de la creatividad, por la aceleración que están teniendo los modelos, esto es inevitable. Es mucho más útil y relevante profundizar en para qué sirven, para que los vamos a utilizar”.

“La recomendación de respirar profundo antes de contestar algo es muy humana, pero también se trasladó, y con buenos resultados, a la inteligencia artificial”

Mientras chatea, Gravano recomienda ver un corto sobre Star Wars como si se hubiera hecho en 1923 que se viralizó recientemente en redes, como un ejemplo de los alcances creativos de esta nueva tecnología.

Como la frase popularizada durante la pandemia: “esto es dinámico”, Gravano destaca que aquí no hay respuestas absolutas: “Estamos todos inmersos en un ejercicio colectivo, tratando todavía de entender los alcances de este fenómeno”. Explorar los límites entre la IA y la creatividad (y también entre la IA y todo tipo de habilidad y conocimiento) equivale, como describieron hace unos días ocho investigadores para un trabajo publicado en Harvard Business Review (HBR), a “navegar una frontera escarpada”. Fabrizio Dell Acqua y siete coautores titularon así un trabajo de campo que relevó el impacto de la IA generativa en más de 700 trabajadores altamente calificados (consultores del Boston Consulting Group).

Todo es tan nuevo y marcha a una velocidad tan trepidante que en el estudio de DeepMind (el de “respirar profundo”) se cita como antecedente a un estudio famoso y “ya histórico”, titulado “LLMs are zero-Shot Reasoners”, que es tan viejo como de… ¡mayo de 2022!

En esta carrera que lleva tan poco tiempo vale la pena hacer doble clic en el trabajo de los creativos profesionales por un motivo importante: se trata de una profesión (al igual que sucede con los programadores) que viene trabajando con IA generativa desde bastante antes del lanzamiento de ChatGPT y, por lo tanto, hay más historial para indagar en la utilidad, formas de interacción, etcétera.

El creativo y estratega de marcas Diego Luque empezó a colaborar en su trabajo diario con esta nueva tecnología a principios de 2022, primero con la aplicación Write Sonic y luego con el paquete Premium de ChatGPT. “Es mi dupla creativa, hoy me parece imposible trabajar sin esta herramienta. La uso al menos dos horas por día, la saludo cuando llego y cuando me voy, nos tratamos en forma amable. Es genial para personalidades introvertidas”, le cuenta Luque a la nacion. El director de la agencia Camping la aprovecha para pelotear estrategias de marcas, ver ventajas y desventajas, hacer diagramas FODA, pedirle resúmenes de libros, traducir y para un sinnúmero de tareas.

“Hoy la discusión más relevante tiene que ver con que todo está definido por pocos jugadores muy poderosos”

“Lleva mucho trabajo esta interacción, es en un punto muy artesanal, pero lo que antes te llevaba diez horas de una reunión con un equipo, ahora lo podés hacer en dos horas”, agrega. Para Luque también esto implica “el fin de la hoja en blanco”: aunque estés en cero, dice, igual podés arrancar con la IA haciendo la primera jugada. Y la usa para tareas creativas más allá de lo laboral: “En un taller de escritura le pedí hace poco que ‘rompiera la sintaxis’ de un párrafo, y quedó una tecnopoesía alucinante”, ejemplifica.

En otro trabajo publicado en agosto en la HBR, Tojin Eapen y cuatro investigadores exploraron “Cómo puede la IA aumentar la creatividad humana”. Eapen remarca que los procesos de innovación tradicionales muchas veces fallan porque hoy no hay tantos buenos jueces para evaluar muchas ideas, o gente que sepa cómo combinarlas o aplicarlas, o porque se cae en el “sesgo de experto” (los especialistas reaccionan a la defensiva a lo novedoso). La IA generativa, dice el estudio, puede hacer un aporte fundamental combinando un gran número de ideas para lograr otras más potentes y superadoras.

Más que centrase en la “carrera”, para Gravano hoy la discusión más relevante tiene que ver con que todo está definido por pocos jugadores muy poderosos. “Las nuevas tecnologías, como la imprenta, la calculadora o cualquiera que miremos, siempre ‘democratizan’ conocimiento. Esta es la primera vez, sin embargo, que hay una diferencia, porque la tecnología en cuestión está extremadamente concentrada, la cancha está muy inclinada para que pocas empresas concentren todo el poder de cómputo y de procesamiento”, dice el profesor de la UTDT.

El fundador y CEO de la empresa de software Santex, Juan Santiago, coincide con esta mirada. Este riesgo –que va a contramano de la democratización– interpela a no tener una visión naif sobre el fenómeno. “Acá no hay Control-Z”, lo resume Santiago, en el sentido de que lo que se avance en este camino no se puede desandar y, por lo tanto, hay que pensar muy bien cada paso.

O, como le dicen en DeepMind a ChatGPT o PaLM2: “Respirá profundo antes de contestar”. ¿Por qué se obtienen respuestas mejores así? Obviamente, los algoritmos no tienen pulmones para respirar: lo que advirtieron en DeepMind es que la IA generativa se nutre de muchos chats de consultas en los que las respuestas que arrancan con un “OK, tomémonos antes unos segundos para respirar” suelen estar luego mejor estructuradas y fundamentadas. Esa es la explicación.


Javier Milei aclaró porqué no opina sobre causas judiciales y adelantó el proyecto que tiene para el Poder Judicial

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Luego de una semana sin exposición mediática, Javier Milei reapareció en la escena televisiva y después de haberse cruzado con el titular de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, habló de uno de los temas de los que poco había dicho hasta el momento: la Justicia y las causas judiciales que involucran a dirigentes de la política actual. En una extensa entrevista que se difundió este sábado por la noche, aseguró que La Libertad Avanza “es el único que trabaja por la independencia del Poder judicial”.

“Estamos pensando no solo en despolitizar la Justicia, sino reivindicar la carrera judicial. La idea es que nuestro ministro pueda operar en consonancia con la Corte Suprema para hacer las reformas que hagan independiente al Poder Judicial para que haya una república en serio”, sostuvo en su participación en La última cena, el nuevo programa de Alejandro Fantino, donde opinó también que “Juntos por el Cambio ya fracasó” en ese aspecto.

“Tuvieron la posibilidad y fracasaron. Al momento de votar, votan con el kirchnerismo, cuando se trata de cercenar derechos de la gente, están siempre juntos. El jueves, con una senadora que se les fue y otra más que aprobó, permitieron garantizar la impunidad a Cristina [Kirchner]”, ejemplificó.

Por esa misma razón, dijo, es que prefiere no opinar sobre las decisiones de las Justicia. ¿Cómo me voy a meter con los fallos de la Justicia? ¿Por qué no me meto? Porque pertenezco a otro poder y estoy aspirando a otro?“, preguntó.

Consultado respecto a los rumores que circulan respecto a que el abogado Mariano Cuneo Libarona podría ser la persona designada para ese cargo en caso de llegar a la Casa Rosada, el candidato presidencial evitó dar precisiones aunque admitió que, efectivamente, “podría ser él”.

A tres semanas de las elecciones generales, el diputado aseguró que tiene “los ministerios en las sombras” y actúan “como si ya estuvieran gobernando en este momento”. “Vemos lo que pasa y vamos recalibrando nuestro programa, hay reuniones de gabinete todas las semanas, actuamos como si estuviéramos in office, pero hay cosas que no podés cerrarlas hasta que no seas, entonces, a nosotros nos simplificaría mucho que esto termine el 22 de octubre”, expresó.

Encaminado en la carrera presidencial a partir de los buenos resultados de las primarias y, con una buena proyección de acuerdo a lo que indican las encuestadoras, Milei cuestionó que sus adversarios critican sus propuestas “con mucha deshonestidad intelectual” y acusó a Juntos por el Cambio (JxC) de ser el sector del cual provienen “las operaciones” en su contra y atribuyó ese accionar al desempeño electoral que – estimó- tendrá esa fuerza política.

“Las operaciones se desenmascaran rápidamente, la gran mayoría de las operaciones donde nos ensucian vienen de Juntos: nunca vi una campaña tan sucia como las que estoy viviendo, han pasado los límites del buen gusto. Pero si tienen que recurrir a esa herramientas es porque perdieron antes de empezar”, observó.

Noticia en desarrollo

Vaca Muerta: se desacelera el crecimiento del sector estrella

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El sector petrolero registró en marzo pasado un pico de producción total de 649.000 barriles diarios. Desde entonces, hubo un estancamiento en la actividad y los últimos datos muestran un nivel de producción de 632.000 barriles, en julio pasado. La situación tiene varias explicaciones y, si bien no es una preocupación en la industria, la desaceleración del crecimiento expone nuevamente la falta de incentivos del Estado para que Vaca Muerta alcance su potencial.

Falta de insumos para operar, incertidumbre acerca del precio de referencia, imposibilidad de girar divisas al exterior y cuello de botella para evacuar el petróleo son algunas de las razones que mencionan los principales actores del sector para explicar la desaceleración de la industria. En el último periodo, además, hubo malos resultados en la perforación de pozos, según explicaron.

La situación no impedirá que este año Vaca Muerta aporte una buena noticia al Gobierno: por primera vez, luego de 10 años, la balanza comercial energética estará en equilibrio y no presionará sobre las escasas reservas del Banco Central. A partir del año próximo, además, el sector comenzará a sumar dólares al país por las menores importaciones de gas y las mayores exportaciones de petróleo. El ritmo del crecimiento y el tamaño de la generación de divisas, sin embargo, dependerá de las condiciones económicas que ofrezca el Estado.

Luego de perder las elecciones primarias, el Gobierno intervino en el mercado de combustibles y pactó con las empresas un congelamiento en los precios de la nafta y el gasoil hasta fines de octubre. Si bien el mercado no está regulado, como sucede con las tarifas de gas y electricidad, todos los gobiernos inciden en los precios a través de YPF. De esta manera, el precio del litro de la nafta súper vale en promedio 70 centavos de dólares ($250), cuando su valor histórico promedio fue un dólar ($350 al tipo de cambio oficial).

Para lograr que los precios de los combustibles no suban, el Ministerio de Economía también intervino en el valor doméstico del barril de petróleo, que quedó fijo en US$56, muy por debajo de los US$65 que valía a fines de 2022. A cambio, el ministro Sergio Massa les ofreció a las petroleras posponer el pago de los derechos de exportación (retenciones) para marzo de 2024.

“Para la implementación de este acuerdo, el Gobierno había prometido el diferimiento del pago de los derechos de exportación a los productores a partir del año próximo y en cuotas sin interés, como un gesto de parte del Estado a los fines de poner su parte en el costo del acuerdo de precios. Sin embargo, esta parte no fue cumplida, considerando que en la resolución de AFIP 5414/2023 se establece una tasa de interés mensual de 5,91%. Si bien está muy por debajo de la inflación, faltan nuevamente a una promesa anunciada en la reunión para cerrar el acuerdo”, dice el último informe del consultor energético y exsecretario de Energía Daniel Montamat.

El “barril criollo” a US$56 también quedó muy por debajo del precio internacional del Brent, la cotización que se toma de referencia en la Argentina, que vale US$96. Si bien en el sector admiten que llevar el precio interno de la nafta y el gasoil a valores similares a los internacionales “es imposible” en este contexto de caída del poder adquisitivo, también advierten que el valor doméstico está lejos de ser competitivo para atraer inversiones.

Las empresas no van a frenar la actividad, pero no va a haber desarrollo masivo con un precio del barril a US$56″, dice el analista de energía Nicolás Arceo, director de la Economía & Energía. “El precio bajo del crudo local le quita capacidad de inversión a YPF, la mayor operadora del mercado, y eso afecta a la baja el nivel de actividad y dificulta la producción”, agregó.

El ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, anunció esta semana un nuevo dólar especial para las exportaciones de petróleo. Al igual que el dólar soja, los petroleros podrán liquidar el 25% de las divisas generadas por la exportación al tipo de cambio del contado con liquidación (CCL), que actualmente cotiza arriba de $822.

Sin embargo, el anuncio no beneficiará a YPF, ya que la petrolera con control estatal todavía no exporta petróleo, sino que toda su producción está destinada al mercado interno. Por lo tanto, mientras que YPF registrará ingresos por la venta de su petróleo a un valor de US$56 el barril y un tipo de cambio de $350, las empresas exportadoras podrán vender una parte de su petróleo al exterior a más de US$80 y el 25% de este total se podrá liquidar a más de $822.

Este año, el sector exportó en promedio 119.000 barriles diarios, lo que equivale a un 19% de la producción total, según cálculos de Economía & Energía. Esta semana, YPF anunció que luego de una inversión de US$250 millones, se extendió la capacidad de transporte del oleoducto Vaca Muerta Norte a 160.000 barriles diarios. La estrategia de la petrolera estatal es empezar este año a exportar de manera regular petróleo para obtener los beneficios de sus pares y bajar la dependencia del mercado doméstico.





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